miércoles, 19 de septiembre de 2007

Los vinos del nuevo mundo conquistan Miami

Los vinos del nuevo mundo han desplegado todo su poderío en la Feria Internacional del Vino de Miami (EEUU), que concluyó hoy junto a los ya clásicos y prestigiosos caldos de España y California.
Lo primero es de obligado reconocimiento: el empuje y la vitalidad comercial de los vinos del nuevo mundo se dejan sentir cada vez con más fuerza en el mercado estadounidense.
Para esta sexta edición, en la que la feria reunió a cerca de 400 bodegas y más de 1.200 referencias procedentes de 15 países, entre los que destacaron los de cuño del nuevo mundo, especialmente de Chile, California, Australia y Suráfrica.
La pujanza de los vinos del nuevo mundo, sin duda, ha ido ganado adeptos y cuota de mercado en Estados Unidos respecto de los vinos europeos, algo que levanta verdaderos dolores de cabeza a los cosecheros españoles.
"El estilo de los vinos del nuevo mundo es un estilo californiano, adaptado al gusto del consumidor norteamericano, mientras que España elabora caldos con más tradición y carácter", afirmó Víctor Giménez, director de la bodega M.S.L., presente en la feria con un sorprendente caldo de Alicante, el Dominio de la Peseta (2004). Se trata de un soberbio "coupage" español de uva monastrell (con cepas de más de 60 años), tempranillo y sirah que devela las nuevas tendencias de la actualidad vinícola española, que ocupó 25% de la superficie de la exhibición.
Pero si los bodegueros españoles enseñaron "los dientes" en esta pugna vinícola que es en el fondo toda feria de vinos y desplegaron caldos de gran personalidad y modernos, los viticultores de Argentina, Chile o Australia no se quedaron ni mucho menos atrás.
El pabellón de vinos chilenos y argentinos, como era de esperar, causó el regocijo de toda la fracción de amantes del vino que se dieron cita en el Centro de Convenciones de Miami Beach.
Un éxito, el de los vinos argentinos, que se sustentó en esta feria en la apuesta de dos emblemáticas bodegas: el Special blend de las Bodegas del fin del mundo (malbec, cabernet sauvignon y merlot), los viñedos más australes del planeta, y el Palo Alto malbec (2003), un caldo de la zona de Mendoza de gran estructura y pleno de frutos rojos maduros.
O el chileno EQ Syrah 2004 de Viña Matetic, al que la revista especializada de vinos Wine Spectator le otorgó 91 puntos en 2006.
La peregrinación por las casetas de raigambre estadounidense conduce a dos vinos que son ícono de sus mejores caldos y, además, de diferente cuna de la tan omnipresente tierra californiana.
Por ejemplo, los que se producen en las zonas de Oregón y Mendocino: el Cooper Mountain 2006, un blanco pinot gris, y el Ceago 2002, "camp masut", respectivamente.
El escarceo con la musa de los vinos del nuevo mundo puede inclinar también nuestro corazón por los de impronta australiana.
Así, el "coupage" de la bodega Balnaves 2004, de la zona de Caonawarra: un caldo de cata obligada, fino de especias, con notas a fruta negra, ciruela y mermelada cuya clave es el espléndido equilibrio de uva merlot, cabernet sauvignon, petit verdot y cabernet franc.
Otra zona emergente, que se nota cada vez con más fuerza en el mercado estadounidense, es Suráfrica. Un emblema de su mejor vino de "autor" puede ser el Post House, cosecha 2006, muy pulido de taninos, potente de aromas frutales, con una producción anual de tan sólo 6.000 cajas. O el Hannibal (2003), caldo de "boutique", muy evolucionado, que sólo se distribuye a tiendas especializadas y que incorpora uvas italianas y francesas. España fue el país que concurrió a la cita con un mayor número de bodegas.

Tomado de Noticias del Vino

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